Una innovadora forma de capacitar
(14 oct) Es difícil imaginar un partido en el que no existan tarjetas rojas, ni amarillas, pero en Santa Cruz se marcó no un gol, sino la diferencia, ya que allí se práctica el balompié callejero pero con técnicas innovadoras.
El fútbol es una herramienta utilizada por la iniciativa Diálogo Ciudadano para crear espacios donde los y las jóvenes empiecen a escuchar primero sus voces y luego las de los demás.
La Fundación UNIR Bolivia y la Asociación Civil de Arte, Cultura y Deporte San Isidro (ACDSI), de manera conjunta, llevaron a cabo el “Taller de Formación en Diálogo ciudadano, cultura de paz e interculturalidad”.
El propósito de esta iniciativa fue promover valores y principios de diálogo ciudadano, cultura de paz e interculturalidad en los jóvenes y señoritas voluntarios y jugadores/as del Centro Cultural San Isidro, que se encuentra ubicado en el Plan 3000.
Sin tarjetas rojas ni amarillas
El Centro Cultural San Isidro trabaja en fútbol callejero y tiene una visión diferente a las academias convencionales, practican a medio partido la técnica de mediación, y no gana quien mete más goles, sino quien se porta mejor en cancha, repensando las reglas impuestas por los equipos que están compuestos por hombres y mujeres.
Estas sesiones se llevaron a cabo después del entrenamiento futbolístico de los jóvenes, quienes a pesar del cansancio físico, han mostrado siempre mucho entusiasmo y predisposición a participar, señaló Chiaki Kinjo, representante de UNIR Bolivia del distrito dos, que comprende las regiones de Santa Cruz, Tarija y Chuquisaca.
En la última sesión se practicaron las reglas y principios vividos en las sesiones de diálogo, como normas para jugar un partido de fútbol y al final se realizó una evaluación a través del diálogo en la que se enfatizaron las actitudes positivas de los futbolistas en la cancha, explicó Cinthia Justiniano del equipo de Diálogo Ciudadanos.
Nuevas reglas de juego
Marco Antonio Alegría forma parte del equipo de fútbol, enseña a bailar chacarera a niños y niñas, estudia en la universidad y, además, a partir de septiembre de este año es el presidente del Consejo Municipal de la Adolescencia y Juventud y cuenta que “Las sesiones de diálogo que hemos vivido después de los entrenamientos, me han parecido muy interesantes, porque a través de dinámicas nos ayudaron a darnos cuenta de lo intolerantes que somos, nos han ayudado a reflexionar y a ver cómo actuamos, tanto en la cancha como en nuestras casas”.
Explica que entre las técnicas que más le gustaron fue la escucha activa, “Es decir, poder escucharnos entre nosotros. He empezado a utilizar lo que aprendí con los niños y niñas a quienes enseño a bailar, ahora escucho más lo que me dicen y tengo mejores resultados”, relató
Para Eliza Alegría las sesiones fueron “súper interesantes, no eran como las capacitaciones de siempre, me encantaron las dinámicas que empleaban. Pudimos conocernos un poquito más con los compañeros de equipo. En el grupo somos jóvenes de todos lados, y también participamos mujeres. Algo importante que vivimos es la solidaridad y la no discriminación, tanto en la cancha como fuera de ella”.
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